DECLARACION DE INTENCIONES
En el corto espacio que media entre el lienzo y yo, surge el diálogo sincero y espontáneo. La superficie blanca en principio, llena de posibilidades siempre cambiantes, empieza a emitir su intención en mil matices y sutilezas que los sentidos recogen y la voluntad ordena.
Yo soy el "oyente" respetuoso y comprensivo que atento a cualquier sugerencia, dirijo en paz este diálogo sinfónico. Apaciguo las violencias, aliento y animo las débiles intenciones, uno, separo, ordeno y organizo, atendiendo siempre al sentido armónico natural.
Yo soy el que quisiera sentir con tal fuerza, que la intención de mi obra se desbordase sobre el espacio infinito, como fruto y parte de la evolución cósmica, fundiendo mis afanes, con los afanes de los demás hombres.
El artista en su estudio.